en un santuario submarino etéreo, los vibrantes peces betta se deslizan con gracia a través de aguas brillantes. Sus cuerpos translúcidos brillan con colores opalescentes, aletas onduladas que dejan rastros de iridiscencia. La luz suave y difusa ilumina su delicada belleza, ya que encarnan la serenidad y las energías místicas, creando un reino extraordinario., cinematic, graffiti, portrait photography, wildlife photography