los querubines estaban de pie a la derecha del templo[b] cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior. 4 Entonces la gloria del Señor subió del querubín hacia el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del Señor. 5 El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso[c] cuando habla.