en esta imagen asombrosa y siniestra, Lucifer, el ángel caído, emerge en medio de un escenario en llamas y caos. En un círculo maldito marcado con símbolos profanos, las llamas se alzan como una danza desenfrenada, mientras Lucifer se alza con majestuosidad y desafío. Sus alas oscuras se extienden en un arco amenazador, y su mirada penetrante está llena de la sabiduría de los condenados.