la imagen de fondo es un escenario nocturno con un cielo profundamente oscuro, adornado con un deslumbrante tapiz de estrellas y planetas que titilan en el espacio infinito. En el centro de la composición, destaca una figura humana extraordinariamente musculosa, de espaldas al espectador, posando con gracia y fuerza sobre una roca prominente. La luz de las estrellas ilumina sutilmente su contorno, resaltando su físico imponente en contraste con la inmensidad del universo que se extiende ante él. Esta imagen representa la fusión de la grandeza del cosmos y la poderosa presencia de la humanidad en el universo.