diseña una versión sumergida y futurista de Dwarka ubicada en lo profundo del agua. La ciudad debe contar con rascacielos y templos hechos de materiales avanzados resistentes a la presión, todos iluminados con luces bioluminiscentes. Imagina autopistas submarinas donde los ciudadanos se desplazan en vehículos sumergibles de alta tecnología. Se deben integrar elementos arquitectónicos indios tradicionales pero de forma futurista, tal vez incorporando estructuras similares a corales u otros elementos marinos. La energía podría provenir de respiraderos térmicos y corrientes oceánicas. Crea un ambiente de asombro místico mezclado con optimismo futurista.