imagina un retrato en estilo renacentista italiano, al igual que los dibujos de Leonardo da Vinci. La composición debe ser clásica, con el sujeto mirando directamente hacia el espectador. Utiliza una paleta de colores sutiles y terrosos para darle profundidad al retrato. Asegúrate de capturar cada detalle anatómico del rostro, desde las sombras suaves en los pliegues de la piel hasta la expresión en los ojos. Intenta lograr una sensación de misterio y realismo en la obra, como si el sujeto estuviera a punto de revelar un secreto.todo en blanco y negro