dibujo minimalista a tinta de una línea, inspirado en el estilo de Tsutomu Nihei, que representa una mente conectada a los intestinos, con curvas fluidas, continuas y ligeramente abstractas. El dibujo está centrado en papel blanco inmaculado, con la línea comenzando como un punto delicado en la nariz del animal, fluyendo sin problemas para delinear sus rasgos, su cuerpo y terminando en la punta de su cola o pata trasera. La simplicidad de la línea contrasta con el fondo blanco intacto, enfatizando la inocencia de la criatura y la elegancia de la forma de arte.